Aquel
dia…
La
ventana entreabierta…casi sin querer, dejaba entrar un diminuto rayito de luz,
aunque no lo suficiente como para determinar si era un amanecer, o si asomaba
su faz, mi luna preferida. Sentia miedo, furia interna, ganas de gritar…
Queria olvidar la hermosa montaña.
erguida y orgullosa, con la sabiduria del tiempo invertido…y corri…corri hasta
sentir candela en mis pies descalzos…queria
alejarme…olvidar el ruido de los tanques…las ametralladoras…las
sirenas…el llanto……lo supe… con una flor en sus manos… sus ojos en mis ojos…lo
vi caer, con un hilo de sangre en su frente…desde la montaña…aquel dia.
Por
Mery Larrinua
Tantos y tantos seres que caen en guerras, matanzas, guerrillas y sin que el mundo haga nada por evitarlo.
ResponderEliminarImpacatante. Besos
Letras que evocan y recuerdan tantas cosas...
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Mery, qué duda cabe que esas escenas, aquellas personas que las han vivido, les causan escalofríos. Por desgracia el hombre tiene una gran habilidad para hacerse la guerra de mil formas.
ResponderEliminarMe ha gustado tu relato.Más vivo que nunca.
Un abrazo
Sor.Cecilia
Que triste y bello a la vez...
ResponderEliminarBesos y salud
Es muy emotivo amiga, besos para ti.
ResponderEliminarMUY MELANCÓLICO Y SENTIDO POEMA.
ResponderEliminarUN ABRAZO
http://enancasdelarazon.blogspot.com/
Cuantas vivencias dice tu poema.......nunca podré entender como el ser humano es capaz de cometer tantas atrocidades. Un abrazo
ResponderEliminarDuele esa caída, como duele una flor sin pétalos.
ResponderEliminarAbrazos, Mary
siempre es un placer
ResponderEliminarleerte
abrazp
Qué belleza de texto!
ResponderEliminarUn saludo mi admirada amiga..