En el umbral ardiente de ilusiones
Un halo asoma su desanimado aliento
En busca del comienzo perdido
Tratando cambiar su destino incierto
Transpira sal, amargura, silencio
Traspasa infierno, niebla, desconcierto
La voz se quiebra en el sonido sordo
Del grito de su alma en pena
Pesaroso con pasos pesados
Hojas secas sin otoño y primavera
El frio congela el ápice
Del deseo ya olvidado de nuevos sueños
donde solitario luchador furtivo…
Pidió a los dioses convertirse en fantasma
Porque si los fantasmas no mueren
Los sueños de sus sueños jamás morirían
Por mery larrinua