En el tren![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHDDCdFLkBOigCgl-0xY5kY4X4YqsucR4FMlRHRxtAvBnKmALIhfNPpIbp7rD07Vcs7gR8P9s2b_bFakcDvBgOiLsSSL2ckx1I_3g3j8-qMv0b9WtnpbPoFjYrPW7Hzuo5wyI0qFH6_6TG/s1600/SAFECREATIVEETIQUETA.JPG)
Era una tarde tranquila, y en el silencio que
provoca lo desconocido, viajaba apacible en el último vagón del tren que me
llevaba a otra ciudad.
Aproveche descansar y con mi cabeza recostada en
la pequeña almohada que nos habían proveido, apoyada en la ventana, vi el
paisaje correr rápidamente, bañando de imágenes mis retinas. En instantes, me conecte a mis recuerdos,
viaje en el tren del tiempo.
Pensé en mis años jóvenes, en mis amores, en mis noches de amanecida en
bailes, paseos de muchachos alegres, en
las “chaperonas” que intentábamos con picardía burlar sus miradas, y que hoy
hacen estos recuerdos inocentes. Recordé
aquellas cartas, donde se leían mil
“te quiero”
y se dibujaban besos y se marcaban bocas. ¡Oh aquellos días! Aquellos poemas fantasmas, esos que nacían del alma, de inocentes sentimientos,
esos inesperados que nunca fueron
enviados.
Cuantas veces en la oscuridad del cuarto,
debajo de la cobija, escribimos una notica, derramamos lagrimas en el silencio
de una noche intranquila por la duda o por alguna palabra que nos había herido
el corazón.
Hoy suspiro y abrazo mis recuerdos, y con una
leve sonrisa en mis labios, cierro los ojos, trato de dormir, hasta oír por los
parlantes: “se aproxima parada, esta llegando a su destino”
Mery Larrinua