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lunes, 14 de diciembre de 2020

Luis Ricardo Suárez Fernández-España TERNURITAS dedicado a Mery Larrinua

Luis Ricardo Suárez Fernández TERNURITAS
“Hoy pienso en ti y quiero refugiarme en ese recuerdo y seguiré callada guardando nuestro silencio.” Eliluc Luz del Corazón Mlarrinua MIS LABIOS ESTÁN SELLADOS Mery le miraba intensamente, él le devolvía la mirada con la misma pasión. Así pasaban los días y nada cambiaba. Nadie se daba cuenta de lo que había entre los dos. Hubiera bastado con que alguien se fijase detenidamente en ellos, pero allí cada uno iba a lo suyo y no le importaba lo que acontecía a su alrededor. Se conocieron en Septiembre. Ambos recordaban el día perfectamente. Amaneció nublado y con amenaza de tormenta. Luego no llegó a llover pero estuvo todo el día que si sí que si no. Los árboles aún tenían hojas que se movían ligeramente cuando se incrementaba la brisa. Un pájaro carpintero estaría horadando un tronco si hubiese sido zona de ese tipo de aves, pero por allí sólo volaban gorriones y jilgueros. No les presentaron, pero no hizo falta. Él se rio cuando vio a Mery quitarse los guantes de lana, pero ella le miró de tal forma que se le acabaron las ganas de volver a sonreír. Bastante avergonzada estaba ella como para permitir que un imbécil bromeara sobre eso. A ella le pareció un poco bajito, pero como estaba sentado no podía asegurarlo con rotundidad. Eso sí, había que reconocer que los ojos los tenía bonitos con esas pestañas tan largas. Y cuando se rio de ella, aunque le molestó, no pudo evitar fijarse en sus dientes: eran bonitos. Y fueron pasando los meses entre miradas de reprobación o de amor, según lo que hicieran el uno y el otro. Al final, ya sólo quedaron las de amor. No hizo falta que se advirtieran el uno al otro de que debían guardar silencio sobre lo que sentían. Si hubieran sabido lo que significaba tener los labios sellados se lo habrían prometido, pero aún lo desconocían. A finales de Junio fue la última vez que se vieron. La profesora les regaló una bolsa de chucherías a cada alumno y les deseó mucha suerte tras haber concluido su paso por pre escolar. Mery, por única vez, se acercó a él y le quitó la bolsa de chucherías. Él no supo qué hacer y se puso a llorar desconsoladamente. Cuando la profesora le preguntó a Mery por qué lo había hecho no obtuvo respuesta: sus labios estaban sellados. A Eliluc Luz del Corazón MLarrinua La Antilla, 3 de diciembre de 2020

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